El hombrecito de mi vida
30.5.15
Leo muchos, muchísimos blogs y, desde un poquito antes de ser mamá, muchos blogs sobre maternidad.
He leído en varias ocasiones que cuando ponen en tus brazos a tu hijo por primera vez es normal no sentir un apego inmediato, un amor repentino, y que todo se consigue con tiempo y con conocerse el uno al otro día tras día.
¿En serio? ¿Es normal?
Puede ser, y no dudo que haya mujeres a las que les suceda, pero desde luego no fue mi caso.
Hoy, justo a la misma hora a la que se publica este post, hace un año que vi a Sergio por primera vez y fue en el mismo instante en el que lo pusieron en mis brazos en el que supe que iba a ser el hombre al que más iba a querer en mi vida.
Así, directamente, sin preámbulos, ni esperas, ni procesos...
Fue amor a primera vista.
Tampoco fue todo tan mágico. El parto no fue bueno (más bien todo lo contrario), la epidural no hizo su función, no dejaron entrar a mi marido y no lo pusieron inmediatamente en mi piel si no que se lo llevaron y ni siquiera pude saber si estaba bien.
Nueve meses imaginando como sería para que después fuese todo lo contrario, un desastre.
Pero no me importó, porque cuando vi como sus ojos grandotes me miraban sin pestañear todas las dudas que tenía sobre si sería capaz de querer a mi segundo hijo tanto como a la primera se disiparon.
¡Claro que sería capaz!
Y ya llevo un año queriéndole y sin poder quitar mis ojos de él.
Feliz primer cumpleaños Sergio. Por muchos más.
Te Quiero.
He leído en varias ocasiones que cuando ponen en tus brazos a tu hijo por primera vez es normal no sentir un apego inmediato, un amor repentino, y que todo se consigue con tiempo y con conocerse el uno al otro día tras día.
¿En serio? ¿Es normal?
Puede ser, y no dudo que haya mujeres a las que les suceda, pero desde luego no fue mi caso.
Hoy, justo a la misma hora a la que se publica este post, hace un año que vi a Sergio por primera vez y fue en el mismo instante en el que lo pusieron en mis brazos en el que supe que iba a ser el hombre al que más iba a querer en mi vida.
Así, directamente, sin preámbulos, ni esperas, ni procesos...
Fue amor a primera vista.
Unos meses más tarde seguíamos mirándonos... |
Tampoco fue todo tan mágico. El parto no fue bueno (más bien todo lo contrario), la epidural no hizo su función, no dejaron entrar a mi marido y no lo pusieron inmediatamente en mi piel si no que se lo llevaron y ni siquiera pude saber si estaba bien.
Nueve meses imaginando como sería para que después fuese todo lo contrario, un desastre.
Pero no me importó, porque cuando vi como sus ojos grandotes me miraban sin pestañear todas las dudas que tenía sobre si sería capaz de querer a mi segundo hijo tanto como a la primera se disiparon.
¡Claro que sería capaz!
Y ya llevo un año queriéndole y sin poder quitar mis ojos de él.
You're just too good to be true. Can't take my eyes off of you
Feliz primer cumpleaños Sergio. Por muchos más.
Te Quiero.